lunes, octubre 25

Bard´s Song - Blind Guardian

Now you all know
The bards and their songs
When hours have gone by
I'll close my eyes
In a world far away
We may meet again
But now hear my song
About the dawn of the night
Let's sing the bards' song

Tomorrow will take us away
Far from home
No one will ever know our names
But the bards' songs will remain
Tomorrow will take it away
The fear of today
It will be gone
Due to our magic songs

There's only one song
Left in my mind
Tales of a brave man
Who lived far from here
Now the bard songs are over
And it's time to leave
No one should ask you for the name
Of the one
Who tells the story

Tomorrow will take us away
Far from home
No one will ever know our names
But the bards' songs will remain
Tomorrow all will be known
And you're not alone
So don't be afraid
In the dark and cold
'Cause the bards' songs will remain
They all will remain

In my thoughts and in my dreams
They're always in my mind
These songs of hobbits, dwarves and men
And elves
Come close your eyes
You can see them too.



 

 

viernes, octubre 22

EDV - Nada

“Un relato”, le habían dicho. “Escribe el relato que te inspire el mero hecho de contemplarla”. Como si fuera tarea fácil. Había pasado casi una semana desde que le encomendaron dicha tarea y aún no tenía ni la más mínima idea de lo que debía escribir…

Al principio pensó que la carencia de imaginación era algo normal, como un letargo temporal de sus musas que se esfumaría en poco tiempo, como ya le había sucedido en otras ocasiones. Llegado el momento la imaginación se desperezaría y comenzaría a pintar con su pincel de infinitos colores sobre el blanco lienzo que ahora era su mente, impulsándolo irrefrenablemente hacia su escritorio, aferrar entre los delgados dedos su pluma empapada en tinta y comenzar a arrancar las difíciles palabras que, atrincheradas en aquél papel en blanco, se le resistían día tras día. Pero no, su mente aún seguía yerma y estéril.

Volvió a visualizar el retrato. La conocía perfectamente. Su pelo largo y negro con tímidos mechones rojizos, cuales brasas en una hoguera, caía ligero sobre sus hombros; esos penetrantes ojos verdes que iluminaban su tierno y pálido rostro; y aquél largo vestido de elegantes tonos carmesí decorado con filigranas plateadas. Podía cerrar los ojos y la vería cada vez que lo hiciera reflejada en su mente con la misma nitidez que si la contemplara el lienzo con los ojos abiertos.

¿Un relato que describiera su belleza? Demasiado simple y vacío, su belleza resultaba evidente sin necesidad de hacerlo constar por escrito. ¿Algo acerca de algún episodio de su vida? ¿Una hazaña digna de recordar? ¿Un amor imposible, quizás? Nada de aquello le convencía. Sus días se habían reducido a un paseo sin descanso a través de todo su escritorio buscando un tema verdaderamente interesante que mereciera la pena escribir. Ese era el problema: escribir. Escribir sabe todo el mundo, se decía, pero escribir algo que realmente llegue a lo más profundo de las personas, ese algo que hace despertar ese sentimiento de satisfacción en el lector, eso es lo realmente tedioso y a veces incluso agotador… Se dejó caer en la silla. Su mirada fija en el retrato de aquella joven dama de rojo. Por fin las brumas de su mente se despejaron. La respuesta la había tenido siempre allí, a su lado, acompañándole de forma esquiva mientras paseaba por su escritorio. Ahora la había descubierto y ya no la dejaría escapar. La tinta empezó a fluir con ligeros trazos sobre el papel en blanco.

“Un relato”, me habían dicho.


Magister

viernes, octubre 15

In the Summertime - Derek Sherinian


In the summertime when the weather's high,
You can stretch right up and touch the sky,
When the weather's fine,
You got women, you got women on your mind.
Have a drink, have a drive,
Go out and see what you can find.
If her daddy's rich, take her out for a meal.
If her daddy's poor, just do as you feel.
Speed along the land,
Do a ton, or a ton and twentyfive.
When the sun goes down, you can make it,
Make it good in a lay-by.
We're not grey people, we're not dirty, we're not
Mean.
We love everybody, but we do as we please.
When the weather's fine
We go fishing or go swimming in the sea.
We're always happy,
Live's for living, yeah, that's our philosophy.
Sing along with us, dee-dee-dee-dee-dee.
Da-da-da-da-da...
Yeah, we're happy happy, da-da-da-da-dah.
When the winter's here, then it's party time.
Bring a bottle,
Wear your bright clothes. it'll soon be summertime.
And we'll sing again,
We'll go drivin' or maybe we'll settle down.
If she's rich, if she's nice,

Bring you're friends and we'll all go into town.


 

sábado, octubre 9

EDV - Sepultus

Estaba totalmente convencido de que lo había enterrado. Recordaba perfectamente el sonido de su martillo golpeando con fuerza aquellos clavos oxidados que había encontrado en su viejo taller para sellar el improvisado ataúd de madera gris. Aún estando tan seguro, había algo dentro de su ser que lo inquietaba; algo que le decía que las cosas no habían salido como él creía o quería creer. Esa terrible sensación lo había mantenido despierto toda la noche. Su cuerpo sudoroso sobre la cama no paraba de revolverse sumido en siniestras pesadillas que lo despertaban con la boca seca y pastosa y el corazón terriblemente acelerado dentro de su pecho. No pudo evitar volver a mirar sus uñas ennegrecidas tras haber excavado con sus manos desnudas la húmeda tierra para abrir el agujero donde depositaría el ataúd; y allí, en la esquina de la habitación, tendida sobre el suelo, estaba la pala manchada de barro con la que se había ayudado para dicha tarea… Si, lo había enterrado. ¿O quizás el agujero era poco profundo?

No podía soportar aquella incertidumbre que lo estaba consumiendo poco a poco haciéndole enloquecer. Se desarropó bruscamente y saltó de la cama. Miró a través de la ventana escudriñando el horizonte con la mirada nerviosa, intentando vislumbrar en la oscuridad de la noche el lugar donde hora antes había realizado tan aterradora tarea. Tenía que asegurarse que todo estaba igual a como lo dejó. Rápidamente se puso la misma camisa blanca ahora ensuciada de tierra y los negros pantalones calados de barro apelmazado por debajo de las rodillas. Cruzó la habitación de dos zancadas, aferró el pomo de la puerta y se paró en seco. ¿Qué estaba haciendo? Era una completa estupidez salir a comprobar lo evidente. Se llevó la mano a la cabeza y peinó su cabello negro y desaliñado mientras se encontraba con la mirada absorta en el suelo y una excéntrica sonrisa cruzaba su rostro… Se maldijo a sí mismo por lo que había estado a punto de hacer mientras volvía a desnudarse y a meterse en la cama. Era una locura pensar que algo hubiera podido salir mal. El agujero era muy hondo, o por lo menos eso le pareció a él. Había que tranquilizarse. Respiró hondo y templó sus nervios. Recorrió con la mirada los estantes de su habitación, contemplando todas sus creaciones; sus inanimadas y tranquilas creaciones. Todos sus títeres lo miraban con sus ojos carentes de emoción, pero él sabía que todos lo culpaban por haber manipulado aquel extraño libro que un maldito día llegó hasta sus manos. ¿Por qué razón tuvo que formular aquellas extrañas palabras que ni él sabía lo que significaban? ¿Qué pretendía conseguir? Cualquier cosa menos aquello. ¡Quién iba a pensar que lograría dotar de vida y maldad a aquél siniestro títere! Volvió a ser presa del pánico. Volvió a incorporarse de forma violenta y se sorprendió cruzando el angosto pasillo para salir al porche. Y allí estaba él… con sus miembros de madera y sus engranajes manchados de barro… Una risa histérica brotó de la garganta de su creador, hincándose de rodillas y plantando las manos en el suelo contemplando con ojos saltones lo que tenía ante él.

Estaba totalmente convencido de que lo había enterrado. Recordaba perfectamente el sonido de su martillo golpeando con fuerza aquellos clavos oxidados que había encontrado en su viejo taller… Lo imposible se acababa de esfumar.


Magister