domingo, junio 22

Pactando con la Traición

La grandiosa luna llena bañaba el rostro de la elfa tiñendo de tonalidades argénteas la tez delicada de la joven. La sombra de un lobo se recortó en el horizonte y tas un profundo aullido la elfa supo que había llegado el momento. Con la agilidad de su raza descendió del árbol en el que se encontraba subida, alcanzando el suelo sin levantar sonido alguno, cual hoja que precipita en otoño cayendo levemente llegando a descansar a los pies del árbol del que una vez formó parte. Cerró sus ojos y recordó detenidamente todo el plan que había tramado para poder salir con éxito de su misión. Respiró hondo, templó sus nervios y rápida corrió a encontrarse con su destino.

No pasó mucho tiempo cuando la elfa se encontró ante los oscuros muros de una colosal fortaleza. Desde los arbustos en los que se encontraba oculta podía ver cómo una serie de personajes iban atravesando el gran portón adentrándose en aquella mole de piedra. Todo estaba sucediendo como él le había dicho que las cosas sucederían, y eso le inspiraba cierta congoja, aún así seguiría adelante con lo previsto. Colocó su capucha sobre su cabeza, se aseguró de que su pequeño puñal seguía en su vaina y no dudó en emprender su cometido.

Poder adentrarse en la fortaleza no le había resultado difícil. Ahora se encontraba en el interior de aquel palacio atestado de soldados ataviados con sus relucientes armaduras luciendo la marca del dragón en su pecho. Sería difícil poder moverse sin ser descubierta, pero la elfa sabía moverse por el interior de aquella fortaleza ya que había estado en ella en varias ocasiones por motivos que ahora no merecen ser nombrados. No sabía ni ella misma el porqué de haberse lanzado a realizar aquella tarea, pero algo en su fuero interno la empujaba a ello.

Tras deslizarse por corredores y pasillos haciendo uso de su pequeña daga de forma magistral, había logrado acceder a un enorme salón decorado lujosamente con una larga mesa en la que había sentados todos los personajes que había estado viendo llegar anteriormente, todos disfrutando de una agradable velada.

Escondida entre las sombras pudo escudriñar a los personajes que allí se encontraban. De nuevo pudo comprobar que todas las personalidades que él le había dicho que asistirían al evento se encontraban allí. Con una rápida mirada a lo largo de la mesa reconoció los rostros de varios conocidos, entre ellos a los grandes maestros de este mundo como eran la reina de las tierras draconíles presidiendo la mesa; a un lado su esposo y no muy lejos de ambos la figura del maestro túnica negra del que se rumoreaba practicaba el arte arcano de la necromancia, pero que ahora formaba parte del consejo de los dragones desde su vertiginoso ascenso a tal cargo.

Sin pensárselo más llevó a cabo su perverso plan. Atravesó diversas estancias hasta llegar a una sala en la que se encontraba el estandarte del reino y, tras derramar silenciosamente la sangre de los centinelas sobre el alfombrado suelo, lo cogió para sí. En ese preciso instante acababa de darse cuenta de lo que acaba de hacer; había acabado con la vida de varios centinelas y mancillado posteriormente la real fortaleza de la Orden Draconíl para ahora robar el estandarte real… Pero se sentía conforme. Con una sonrisa que rozaba el sarcasmo abandonó el palacio. Ahora debía de ser recompensada.

Nada se sabe de los hechos que acontecieron después, pero los ancestros que guardan los bosques cuentan que sus ojos vieron como la elfa se reunió con un ser que irradiaba maldad, ataviado con túnicas negras que pudría toda la vida que a su alrededor crecía, tornando el ambiente gélido y helador; y que, tras arrodillarse ante él y entregarle el estandarte, la elfa se retiraba junto a él.

Poco después los vientos traían susurros de traición procedentes de la morada del túnica negra.

Magister

3 comentarios:

Magister_Mortis dijo...

Pues aqui os dejo con otro de mis relatos cortos basado en un pequeño episodio ocurrido entre una amiga mia y yo. A Elibella le comenté via foro que, de cara al REV y demás podría servirme si superaba cierta prueba, y la elfa lo consiguió :D muahahaha

Ahora ya es mi nueva acólita, mi nueva aprendiz. Veras lo que aprendes ahora conmigo, en el camino de la necromancia muhahahaha

Saludos a todos!! ^^

El Mundo de Elibella dijo...

Los pelos de punta... No digo mas... Es un honor poder aprender de El Mejor :P

Luchemos juntos y ganemos esta batalla que esta a punto de comenzar.

Mi más sincera enhorabuena por el relato.

Se despide, Elibella.

Sentry dijo...

Bueno, bueno...


Ya seréis míos los dos, ya...